27 junio 2011

Del Acting Out hacia un intento de elaboración

Llovía... toda la tarde en plena ansiedad por leer lo que ya no me debía importar, toda la tarde en el martirio constante a merced de los pensamientos que reprochan y castigan cada vez con más dolor; como llovía decidí que la mejor opción era empaparme, tenía que mojarme... creo que trataba de castigarme por ser poco menos que deseable, casi indeseable... Camine entre la lluvia sin ver muy bien mis pasos, abro la camioneta y... ¡Madresssss! que putazo me he dado en la ceja, abriendo la puerta ¿quién rayos se pega en la ceja con la puerta de su propia auto? y con mi propia mano...

Pretexto ideal para llorar de rabia y desesperación, grite que no me lo merezco, que ya no quiero sentir dolor, que no he hecho nada mal, sabiendo que no soy dueña de la perfección como ningún ser humano, no creo merecer el desprecio del que me han hecho víctima, no soy yo quien debe ser despreciada.

Llore todo el camino a casa, deseando dejar de sentir dolor... tampoco quiero sentirme enojada, porque odiar y amar se atan de la misma necesidad de estar presente en la experiencia de otro al que seguramente el sueño no se le espanta por esa situación... la cosa era, no quiero sentir más dolor.

Y pensé, que no se puede sentir ni amor, ni odio, ni dolor por los desconocidos, un extraño dificilmente provoca emociones tan intensas... elaborando me di cuenta que sí, quiero que se convierta en un extraño, en una palabra sin significante, en un otro totalmente ajeno, más que extraño he decidido convertirlo en alguien ajeno, a mi y a mi vida, esta intelectualización, me hace sentir que eso quiero pensar cada segundo, de cada minuto, de cada día por venir... hasta que de verdad aquello que fue, sea tan ajeno que no provoque más nada, sólo indiferencia.

No hay comentarios: