20 septiembre 2008

Hoy sólo por compartir.

"No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con aliento afrodisiaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! -y en eso soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto,que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!" O. Girondo

... y entonces me enamoré, y de ese tiempo recuerdo con gran añoranza la emoción y la pasión que provocan las letras, las palabras y la cadencia que adquieren en el sonido de la voz... el corazón incrementa su ritmo, la piel se enrojece, la respiración se entrecorta y todo el cuerpo se humedece y quizá el último aliento antes de terminar te deje volar.

1 comentario:

Víctor dijo...

Mil y una son las maneras en las que uno cae en ese estado, "las palabras son armas" me dijeron hace no mucho, así que las considero muy poderosas por las acciones que uno puede tomar al aspirarlas, por quien las respira... por quien las digiere, por quien las asimila y las hace parte de su ser.
En una palabra, Amar.
Saludos.
V.